¿QUIEN DIJO QUE HUEVOS Y OVARIOS SON LO MISMO?
Parece ser que el tema de la igualdad hoy está a la orden del día.
Todos “buscan” igualdad. Pero ¿igualdad de qué?
Desde muy niña me tocó escuchar
pláticas de mujeres justificando acciones con la frase “Si él lo hace ¿por qué
yo no?”. Y recuerdo que desde entonces me preguntaba por qué no solo decían
“Porque quiero”.
Jamás he tenido el deseo de ser
igual a los hombres, ni siquiera de tener los mismos derechos u obligaciones que
ellos, me tiene sin cuidado lo que puedan hacer o no. Y considero que como
sociedad hemos perdido de vista de qué se trataba la lucha por la libertad
femenina.
No era para poder beber como los hombres, no era para poder
tener sexo como los hombres, no era
para poder estudiar como los hombres,
no era para poder trabajar como los
hombres ni era para poder vivir como
los hombres.
La lucha inició para poder beber,
tener sexo, estudiar, trabajar y vivir… como quisiéramos. Y creo que ese eso es
lo importante de todas las luchas por libertad. Libertad de hacer y ser, por querer.
Soy heterosexual porque quiero
serlo; y no por eso soy mejor que los homosexuales. Soy trabajadora porque
quiero serlo; y no por eso soy mejor que las amas de casa. Soy mujer porque
disfruto serlo; y no por eso soy mejor que los hombres.
Siempre me ha parecido deplorable
creer qué porque es legal algo, todas debieran hacerlo; llámese trabajo,
profesión, aborto, matrimonio, etc. Y más aún, que las que deciden no hacerlo
son inferiores de alguna forma.
Hemos vivido una lucha por
nuestra libertad, es un hecho. Pero si la intención fuese buscar al culpable de
tener que luchar para conseguir una libertad que debió estar implícita desde
nacer… no lo serían los hombres, ni las mujeres que no odiamos a los hombres o
que no participamos en marchas y movimientos.
Si crees en la creación,
pregúntate por qué se creó al hombre primero, a la mujer de su costilla y se le
enseña que sea sumisa e inferior; si crees en la evolución, pregúntate por qué
el hombre fue el más apto para la caza y por qué esa primera mujer decidió
quedarse en casa. Ahí quizás encuentres un “culpable”.
Pero a estas alturas de la vida,
ya debiera ser irrelevante encontrar culpables, o ser iguales… pudiendo ser…
profesionista, madre, ama de casa, sirena, unicornio, piedra, ave, aire… lo que
sea, pero ser, por el pinche gusto de ser así.
Eso aplaudo en una mujer, eso
quiero fomentar en las nuevas generaciones. Eso es para mí, la definición de una
mujer completa. La que ES, y deja ser.
Porque no sirve de nada
aceptarse, ser lo que una quiera… si seguiremos poniendo etiquetas de “puta”,
“mantenida”, “huevona”, “pendeja” o “inútil” a alguien que decide ser
diferente. Y es por eso que siempre he creído que el cambio empieza en
nosotras, no en hacer cambiar a los hombres o a la sociedad.
Porque siempre será tan mujer la
que haga como la que deje de hacer, mientras sea por querer.
No espero que piensen igual. Es
parte de ser. Y yo he sido tanto como he querido, que nada disfruto más, que
ver a una mujer ser y hacer, por querer.
Y ustedes ¿qué eligen ser?
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