¿COGER O HACER EL AMOR?

Por muy cliché que suene el título. Tenía que escribir al respecto. Y no, no diré que coger es tener sexo sin sentimientos y hacer el amor, lo contrario. Porque eso sí es lo más trillado que existe.
Y debo decir, trillado y falso. Porque es completamente posible coger con alguien a quien amas perdidamente. Hasta ahí. Lo contrario no puedo asegurarlo, aunque tengo la creencia de que debiera ser posible.
Claro. Debiera ser posible hacer el amor con alguien a quien no amas. ¿O acaso alguien que no se ha enamorado nunca, debiera estar privado de esto? Eso si me parece sumamente discriminante. Y es que, en términos físicos, qué diferencia una cosa de otra… si no el ritmo sexual, el fondo musical, la conexión, las miradas, la intensidad de los besos, la fuerza de las caricias o lo lento que pasa el tiempo. Me dirán que los sentimientos influyen en gran medida en la disposición y confianza que tengas con la otra persona. Y yo solo puedo preguntarme ¿por qué? ¿quién dijo que debe ser así? Y hago referencia aquí, a otro de los muchos tabúes sexuales, a mi parecer, infundados:
“Haces el amor cuando amas a tu pareja”
O más escandaloso aún:
“Haces el amor con el amor de tu vida”

¿Por qué? ¿Por qué no puede una persona, elegir si quiere coger o hacer el amor? ¿No es bastante complicado ya encontrar a alguien? Más aún, ¿a alguien que te guste y le gustes? Mas aún, ¿a alguien que te guste y le gustes; y sea el amor de tu vida? Y más aún, ¿a alguien que te guste y le gustes, sea el amor de tu vida, y por si fuera poco eso, también te coja bien?
Hablando de imposibles…

Y es que… Encontrar una buena persona no es imposible, ni una buena cogida y mucho menos un buen amor. Ni siquiera lo es encontrar todo eso en una persona.
Pero tener miedo a experimentar el sexo -haciendo el amor o cogiendo- y el amor por separado… Eso si me parece absurdo. Nuestra satisfacción y experiencias sexuales no deberían depender de algo tan impredecible como el amor.

Si tengo que ser sincera, diría que no hay mejor sexo, que aquel en el que puedes pasar de coger a hacer el amor, de acariciar a rasguñar, de quitar el cabello delicadamente a jalarlo con fuerza, de abrazar a apretar; y que baste solo una canción, una mirada, o en el mejor de los casos, nada.

Si corres con la suerte de hacerlo con la persona que amas… ¡Date por afortunada(o)! Pero si no es así… ¿qué más da?

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