VIDA TUYA, VIDA MIA, VIDA AL FIN

¿A las cuántas citas se puede coger sin ser “fácil”? ¿Qué se puede perdonar sin ser “pendeja”? ¿En qué condiciones se puede engañar sin ser “puta”? ¿Qué tanto se puede hablar con alguien sin ser “infiel”? ¿Cuánto debes avisar sin ser “sumisa”? ¿Cuántas invitaciones puedes rechazar sin ser “mamona”? ¿Cuánto tiempo debes guardar luto al ex sin ser “débil”?

La lista de preguntas podría ser infinita.

Nadie está a gusto con las decisiones ajenas. Pero ¿por qué habría de ser extraño? Ni siquiera somos capaces de estar a gusto con las propias. Y, ¿cómo hacerlo? ¿cómo tener criterio propio cuando todo alrededor te dice que el “criterio propio” está sobrevalorado, y peor aún, es inaceptable en ciertos círculos?

Pensemos en… la chica que con todo su corazón quiere regresar con alguien, pero las amigas no la bajarían de “sumisa”.
En… la chica que disfruta del sexo, pero tiene que esconder sus encuentros sexuales porque sería considerada “puta”.
En… la chica que ha tenido por años un matrimonio fallido, reúne el coraje de terminar la relación, inicia una nueva y es tachada de “fácil”.
En… la chica que fue violada y le toma mucho tiempo confiar en alguien lo suficiente para tener relaciones sexuales, que ahora es conocida como “frígida” o “se hace del rogar”.
En… la madre soltera que intenta rehacer su vida con otra persona, sin poder quitarse el estigma de “busca papá para la bendición”.
En… la chica que continúa una relación con alguien a quien NO quiere porque es excelente prospecto económico, y si no lo hiciera sería una “pendeja”.
En… la chica que continúa una relación con alguien a quien SI quiere, que es excelente prospecto económico, y es una “interesada”.
En… la chica que es virgen aun porque espera a la persona adecuada y es considerada la “santurrona”.
En… la chica que no ha querido casarse porque no está en sus planes de vida y ahora es la “dejada”.

Las situaciones también podrían ser infinitas.

Lo cierto es que, cada persona sana a su ritmo, cada persona supera a su modo, cada persona disfruta la vida en la cantidad y calidad que quiere. Y es solo causa de las vivencias personales. No es que seamos malas personas, simplemente yo viví algo que me lleva a darle prioridad a cosas particulares, que no serán iguales a las de los demás. Aun teniendo las mismas vivencias, aprendemos de manera distinta. Hay quienes por ausencia de amor, darán todo el amor que puedan; mientras otros darán todo, menos amor.
Si alguien aparenta tomar solo malas decisiones, no elegir bien a su pareja, o simplemente ser tonta para la vida… es su modo. De eso aprenderá.
¿Han escuchado que “nadie escarmienta en cabeza ajena”? Es cierto. Los golpes forjan, los errores enseñan, los tropiezos te hacen levantar, y de eso la vida es vida.

Nos quejamos del machismo, del feminismo, de la comunidad LGBT (y las letras que sigan, no soy experta en el tema), de los padres, del trabajo… de la vida en sí. Y la vida solo es el compendio de decisiones que tomamos. Sería muy frustrante que todos tomáramos las mismas siempre. ¿Por qué no entender y valorar eso?
Al final del día. TODAS HACEMOS, todas hemos hecho y todas haremos… alguna "pendejada", alguna vez. Y es bonito, y está bien.

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