FASTER NO SIEMPRE ES BETTER
Photo: Adriana Serrano. |
Pero el tema de la
velocidad es una de las tantas cosas que vemos en el porno, mientras la mujer –que
por cierto no dejan de ser actrices, a las que les pagan por gemir, entre otras
cosas- nos hace parecer que es lo más rico del mundo.
Lo malo de esto,
no es creer que la velocidad es suficiente; sino que en con esa idea en mente,
hay ocasiones en las que en vez de decir “ey, no está tan chido”, empezamos a
fingir. Porque así debe ser. Y no. No es la regla.
Algo que no nos
enseñan en el porno ni en otro lado, y que es una de las cosas más chingonas
del sexo… es que con cada persona es diferente. Alguien puede llegar al orgasmo
cuando le dan una nalgada, pero otra persona cuando la ahorcan. En eso no hay
manual.
Y es doblemente
chingón irlo descubriendo. Esa satisfacción cuando tocas cierta zona, cuando
muerdes en cierto lugar, cuando dices cierta frase y notas como la sangre le
corre por el cuerpo, sonríe y termina como nunca antes… no tiene comparación.
Claro, si se trata
de sexo de una noche la historia es distinta; porque el estar cogiendo con
alguien por primera o única vez, por si solo es excitante. Y aquí se vale
aplicar la rutina básica, pues casi seguro funcionará. Pero, cuando el interés
en la excitación del otro, es mutua, vale la pena averiguar que hay más allá
del fuck me faster.
No hay que tenerle
miedo a decir “no me está gustando”. Es básico para disfrutar de todo. Quizás
es suficiente acomodarse bien, quizás es suficiente cambiar la posición o el
ritmo, o quizás simplemente ese mood
no te gusta. Y está bien.
El
mejor sexo se logra cuando ambos están disfrutando igual. La excitación se siente, y
tiende a ser contagiosa; exactamente igual que la insatisfacción.
No podemos esperar
que la otra persona sea adivina, porque por mucha experiencia que tenga, por
muy rico que sepa moverse… siempre será distinto con cada pareja. Es normal, y
es parte de.
Así que, ¿por qué
conformarse?
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